Vivimos en la era digital, un periodo marcado por la constante transformación tecnológica, que impacta todos los componentes de la sociedad. Un área que no se ha quedado atrás es la educación, que ha implementado el uso de diversas herramientas para adaptarse a las necesidades del siglo XXI.
En menos de 50 años la educación ha vivido grandes avances, como la invención de la calculadora científica, los computadores portátiles y las pizarras táctiles. La docencia digital se ha convertido en una parte esencial de los sistemas educativos, permitiendo la democratización del conocimiento.
Hoy, un cimiento sólido para la docencia digital corresponde al uso de Plataformas Educativas o Learning Management System (LMS). Herramientas, como Moodle, Canvas y Blackboard, que permiten la creación y gestión de cursos en línea.
Luego de la crisis sanitaria por Covid-19, las videoconferencias demostraron ser instrumentos esenciales para la enseñanza en línea. Aplicaciones como Microsoft Teams, Google Meet y Zoom permitieron la interacción cara a cara entre docentes y estudiantes en tiempo real, lo que generó su incorporación definitiva en distintos programas educativos.
La transformación digital educativa también contempla la incorporación de nuevos elementos en los espacios virtuales de aprendizaje. Ante esto, los Recursos Educativos Abiertos (REA) corresponden al material que se encuentra disponible de forma gratuita y puede ser sometido a curación de contenido por el profesorado.
Por otra parte, la creación y el uso efectivo de objetos virtuales de aprendizaje (OVA), como vídeos, infografías y simulaciones, también enriquece el proceso educativo. La comunidad docente puede crear recursos innovadores gracias a herramientas de autor, como Genially, Canva y Articulate. Asimismo, este material puede ser publicado en plataformas como YouTube y Vimeo.
Existen aplicaciones como Kahoot!, Hot Potatoes, H5P y Mentimeter que permiten diversificar los elementos de evaluación en los espacios virtuales, sin perder validez o confiabilidad. En paralelo, la comunidad educativa cuenta con plataformas, como Google Drive y Microsoft OneDrive, y aplicaciones, como Trello, Miro y Jamboard, para fomentar la colaboración en línea y la gestión eficiente de proyectos.
Incluso el rol de las redes sociales ha mutado. Hoy, plataformas como Twitter y LinkedIn cumplen un rol activo para la docencia digital al permitir que las y los académicos compartan recursos, noticias y contenido relevante con sus estudiantes y colegas.
La consideración de la inclusión es clave para la docencia digital. Los materiales y recursos deben ser accesibles para todas las personas. Para esto, se deben emplear estrategias como el uso de subtítulos en piezas audiovisuales o las descripciones alternativas en imágenes, para garantizar que las y los estudiantes puedan participar.
Cabe mencionar que es importante utilizar plataformas y herramientas que cumplan con estándares de seguridad cibernética y protección de datos. Asimismo, que educadores y estudiantes deben ser conscientes de las prácticas de seguridad, como el uso de contraseñas fuertes y la configuración adecuada de la privacidad en las herramientas en línea.
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